Bailar nos llena de endorfinas, nos hace conocer gente y genera relaciones de confianza. Es divertido y un reto de aprendizaje constante. Pero parece que está limitado a unos estilos de música concretos, mientras que en otros el baile pierde su componente social.
Bailar, aunque sea uno solo haciendo movimientos espásmicos es divertido y liberador. Pero en estos tipos de bailes se vuelve más solitario, individualista.
Los bailes en pareja se construyen sobre un conocimiento común en una disciplina. Ambas personas, conocen ciertas reglas, pasos, indicaciones, que les ayudan a entenderse, y comunicarse para bailar juntos, en sintonía sin necesidad de preparar el baile con antemano.
Con SocialDance queremos construir esta estructura para que podamos entendernos y bailar juntos en los estilos musicales del momento que todavía no contemplan los bailes en pareja.
Queremos que cuando suene la canción más pegadiza de la radio, puedas acercarte a alguien y decir ¿Bailas SocialDance?